viernes, 17 de septiembre de 2010

Sucesos previos al Centenario vistos por la revista Zig-Zag

Viernes 17 de Septiembre del 2010
El ambiente y los hechos noticiosos de 1910



Fallece el marino Williams Rebolledo, el padre de la flota

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El 24 de junio de 1910, en su casa de Ejército esquina Sazié, falleció el vicealmirante Juan Williams Rebolledo. Cerca de las celebraciones del Centenario deja de existir el comandante en jefe de la Armada chilena para la Guerra del Pacífico, un hecho que marcó -ciertamente- la identidad nacional con el actuar de Arturo Prat en el Combate Naval de Iquique, forjando un sentido de patriotismo en la población, sin precedentes en nuestra corta historia republicana. La Marina chilena lo miraba como el padre de la flota nacional. Y el recuerdo de la gesta naval de 1879 se hizo presente el día de sus funerales. Su muerte causó hondo dolor en el país entero. Era respetado y querido como una reliquia de los tiempos de combates y glorias. El cortejo fúnebre pasó frente al Palacio de La Moneda, con diversas instantáneas de los cuerpos de Ejército que hicieron honores de ordenanza. Gran concurrencia de público escuchó los discursos de las autoridades en el Cementerio General. Fue un acto de gran trascendencia nacional. Rebolledo fue retirado en 1891 de la Armada al colocarse del lado de la causa balmacedista, vivió sus últimos años marginado de la actividad pública. En 1908 recibió el grado de vicealmirante y no alcanzó a disfrutar del regocijo del Centenario Nacional.

El fútbol comienza a masificarse

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El primer encuentro internacional que disputó Chile con un equipo internacional fue el 27 de mayo de 1910 ante la selección de Argentina, contienda disputada ante 6 mil personas en el recién inaugurado Estadio Ferrocarril Trasandino. Chile perdió por 3 goles a 1. Este deporte tiene sus primeros antecedentes de encuentros oficiales a fines del siglo XIX. El arribo de barcos ingleses trajo consigo esta nueva disciplina que fue tomando forma en ciudades como Valparaíso, donde se fundó en 1892 uno de los primeros equipos de nuestra historia: Santiago Wanderers. En 1910 diversas competencias, combinaban no sólo deporte, sino también encuentros sociales. En las imágenes podemos apreciar la "Copa Diario Ilustrado", con un partido entre El Club Internado y Baquedano. En otra fecha del torneo se disputaba un interesante encuentro entre Magallanes II y Gimnástico II. La revista Zig-Zag de la época elabora un acucioso análisis del cotejo: "Desde que se dio el kick-off hasta el final de partida, los forwards trabajaron ligeros y combinados, por lo que se dejó ver el destierro del juego individual, que se ha ido condenando porque siempre perjudica el esfuerzo colectivo". Se daba el puntapié inicial a un siglo de triunfos y sufridos fracasos peloteros.

La Estación Mapocho se alista para su estreno

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Una de las obras de gran envergadura con la cual se conmemoró el Centenario fue, sin duda, la Estación Mapocho. La obra, diseñada por el chileno-francés Emilio Jecquier, se empezó a construir en 1905, bajo la presidencia de Germán Riesco. El arquitecto, influenciado por Gustave Eiffel, trajo a Chile las técnicas francesas, propias de una década en donde Santiago intentará convertirse en un pequeño Paris. En las imágenes, la Comisión de Gobierno e ingenieros constructores revisan la gran techumbre metálica de la estación y prueban su resistencia con feliz éxito. Por medio de un pescante a vapor se levantan las 10 toneladas de rieles colgadas de un arco del cielo de la obra, agregándole nuevamente 10 toneladas de material en la superficie. La prueba fue superada en enero de 1910, hecho que aumenta la esperanza de las autoridades para que esté lista en septiembre. La Estación Mapocho ya adquiere vida propia y espera su estreno en sociedad.

La última estrofa del Himno Nacional para Eusebio Lillo

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El escritor, político, periodista y poeta Eusebio Lillo dejó de existir, a los 84 años de edad, el 8 de julio de 1910 y la ciudad de Santiago se volcó en un homenaje de grandes proporciones al autor de la actual letra del Himno Nacional. Las honras fúnebres tuvieron características apoteósicas, según consigna la prensa de la época. El Gobierno, el Congreso, el Ejército, los partidos políticos, intelectuales, estudiantes y el pueblo salieron a las calles a brindarle el último adiós.
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