martes, 13 de marzo de 2012

GAM celebrará 40 años de su edificio con documental de Ignacio Agüero


El filme contiene imágenes inéditas de la construcción de este hito arquitectónico y se exhibirá gratis como parte de los festejos.
por Evelyn Briceño

Cuando se realizaron los tijerales del Edificio Unctad III, hoy GAM, Salvador Allende sugirió que esta tradición se realizara en plena Alameda y que los trabajadores de la construcción concurrieran con sus esposas e hijos para degustar de un asado y empanadas. Para dar más realce a la fiesta, se cortó el tránsito y los obreros fueron atendidos en largas mesas por hábiles mozos de chaqueta blanca y humita.

Cuatro décadas han pasado desde que el edificio del actual Centro Gabriela Mistral se inaugurara, el 3 de abril de 1972. Cuarenta años en que el poder ha recorrido sus salones y que el GAM celebrará con visitas guiadas gratuitas en que se dará cuenta de esa biografía tan particular, también registrada en un documental. La cinta de Ignacio Agüero se exhibirá gratis los fines de semana de abril como parte del festejo.

En el filme, que contiene imágenes inéditas del edificio a comienzos de los 70, se puede observar la historia de esta construcción, que nació como sede para la Tercera Conferencia Mundial de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (Unctad III) durante el gobierno de Allende. Luego, entre 1972 y 1973 fue Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral. Pero sólo por algunos meses, porque durante el régimen militar devino en sede de gobierno y del Ministerio de Defensa, bajo el nombre de Diego Portales.

Ahí, Augusto Pinochet conmemoró el primer 11 de septiembre, en 1974, celebró el triunfo del Sí en el plebiscito de 1980, y en septiembre de 1989 pronunció un discurso luego del triunfo del No. En 2006 su sala plenario sufrió un incendio. Tras el incidente, el gobierno de Michelle Bachelet tomó la decisión de reconvertirlo en centro cultural y volver así a su concepto original. Ello se concretó con la inauguración del GAM por parte del Presidente Sebastián Piñera, en septiembre de 2010. Pero aún faltan dos etapas para que el proyecto completo esté acabado: una gran sala para dos mil personas y otras dependencias en el actual edificio del Ministerio de Defensa, obras que se paralizaron tras el terremoto del 27/F y que aún no se reactivan.

Ex barrio de conventillos
Uno de los datos que más llaman la atención en el documental de Agüero es que el edificio de la Unctad se levantó en 275 días, gracias a la labor exhaustiva de miles de obreros que trabajaron en turnos de hasta 12 horas diarias.

En el sector donde se construyó el inmueble se demolieron cientos de casas y se eliminó una calle que daba a la Alameda para poder ejecutar el proyecto.

"Era un barrio lleno de callecitas y casas de baja altura en que abundaban los conventillos y los hoteles parejeros", recuerda Ramón López, decano de la Facultad de Artes de la UC.
El arquitecto participó en el plan de iluminación de la Unctad III. "Era un edificio muy dinámico, abierto, con un casino estupendo y económico en el zócalo. Se conectaba muy bien con el entorno, tal como ocurre ahora con el GAM", agrega.

Javier Ibacache, director de Programación y Audiencias del centro cultural, señala que el edificio responde a una concepción de apertura hacia la ciudadanía: "Así estaba concebido el diseño de 1972 y esa misma línea establece el diseño arquitectónico actual, que enfatiza las ideas de conexión y transparencia".

En el documental también destaca el nivel de integración entre arte y arquitectura que se alcanzó en la construcción original. Artistas como Gracia Barrios y Nemesio Antúnez crearon obras de gran formato para sus salones, mientras que otros se dedicaron a crear piezas de carácter instrumental, como la robusta puerta de Juan Egenau, hoy dentro del GAM.

Ricardo Meza, en tanto, creó los célebres tiradores de puerta en forma de puños cerrados, que el gobierno militar mandó a dar vuelta por ser "desafiantes", como se cuenta en el filme. Juan Bernal, en tanto, diseñó el gran volantín de vidrios de colores que cubría la escalera de entrada y que hoy está en el patio central del centro cultural.

Para el arquitecto Miguel Lawner, encargado técnico de coordinar la construcción de Unctad III y asesor en la edificación del GAM, esa unión entre arte y arquitectura es un hecho inédito. "En el proceso de construcción todos solicitaban participar con alguna obra, con un sistema de sueldos equivalente a tres sueldos de un obrero calificado, cualquiera fuera el tamaño de la pieza", recuerda el arquitecto, otro puente entre los 40 años de este edificio capitalino.

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